Una atmósfera casual con una copa de vino, suena bien y es por eso que esta vez te haré una recomendación poco común:
¡Alitas! ¿Quién dijo que el vino no se puede combinar con lo que sea? No lo sé. Si eres como yo y vives en un lugar en donde promocionan alitas por todos lados, es una buena idea disfrutarlas con una buena copa de vino… Disfruta con tus amigos o por qué no con un date a quien le guste algo de aventura.
¡Lo mejor de ver películas además de la experiencia es… la comida!
Si harás un “maridaje” con alitas, lo más importante es con qué salsa vas a acompañar la copa de vino.
Quieres:
Picor
Unas alitas que piquen, entonces tu opción es una salsa Buffalo que contrasta bien con un vino algo dulce como un Chenin blanc, Riesling y Gewürztraminer.
Limonsito
Un sabroso limón pimienta, algo no picoso pero lo clave aquí es lo cítrico. Así que un Chardonnay o un Sauvignon Blanc. Necesitamos vinos que tengan aromas cítricos.
Dulce
Algo dulcesón, pues una salasa BBQ, una salsa pesada que combina perfecto con Tempranillo, Cabermet Franc o Carménère. Necesitamos un vino tinto que haga juego con la combinación que lleva la salsa.
Algo dulce, pero menos pesado, unas alitas sazonadas con Miel y ajo, en este caso ya que el ajo en especial tiene un aroma muy cuantioso lo mejor sería combinarlo con un vino más ligero como un espumoso o un Rosado. Puede ser un Rosado espumoso, Prosecco o un Espumoso Crémant D’Alsace. Éstos van a complementar sabores tan fuertes como la combinación de miel y ajo.
Combo
Sweet Chili, tal como dice su nombre algo dulce pero picosito va bien con un Grauburgunder, Chenin Blanc o un Zweigelt (potente aroma a grosellas negras y cerezas).