En el ámbito de las adaptaciones de la literatura clásica, pocas historias han cautivado al público con tanta pasión como “Orgullo y prejuicio” de Jane Austen.
El atractivo de esta hermosa historia se ve amplificado aún más por la adaptación cinematográfica de 2005, dirigida por Joe Wright. No me imagino una mejor versión en la manera en que captura a la perfección la esencia del mundo de Austen donde da vida a Elizabeth Bennet y al Sr. Darcy.
Campiñas inglesas de principios del siglo XIX, esplendorosos bailes, las más hermosas melodías realizadas para el cine; es lo que obtienes con esta joya cinematográfica.
Keira Knightley interpreta a Elizabeth Bennet, quien captura en su personaje la inteligencia, el ingenio y la fuerza de carácter. Matthew Macfadyen le da vida al Sr. Darcy. Donald Sutherland es el Sr. Bennet quien agrega una dosis de humor junto con su esposa Brenda Blethyn, la Sra. Bennet. Judi Dench domina la pantalla como la formidable Lady Catherine de Bourgh, y Rosamund Pike es Jane Bennet.
Si no has leido Orgullo y Prejuicio, esta cuenta una historia de amor y de autodescubrimiento. Explora las jerarquías sociales. La familia Bennet, con sus cinco hijas, muestra los desafíos que enfrentan las mujeres en una sociedad que valora la riqueza, la clase y las perspectivas de matrimonio por encima de todo. Pero la búsqueda de la felicidad es un lujo que no cualquiera puede gozar y esta historia sirve como un recordatorio de las limitaciones impuestas por las normas sociales y el coraje necesario para desafiarlas.
A través del viaje de Elizabeth y el Sr. Darcy, somos testigos del desarrollo de sus personajes a medida que se enfrentan a su propio orgullo y prejuicios. La película nos recuerda que la introspección y la humildad son vitales para superar los prejuicios sociales y las nociones impuestas por nosotros mismos.