Center Stage a mi parecer es de las mejores películas de danza que puedes encontrar. Estamos hablando del año 2000 y hoy en día la reconocen como una película icónica.
Recuerdo perfecto cuando se estrenó y siempre he pensado que tiene un toque especial ya que fue hecha en el cierre de los 90’s, a inicios del 2000 y para los que vivieron esa época, se siente. Dirigida por Nicholas Hytner y con un elenco integrado por Amanda Schull, Peter Gallager y vemos los inicios de Zoe Saldana.
Se enfoca en la vida de siete bailarines de la American Ballet Academy (ABA), donde la mayoría tienen que demostrar que tienen lo necesario para quedarse. Todos están compitiendo por un puesto y deben demostrar con la pasión, disciplina y la dedicación necesarias para seguir una carrera de danza. Así que lo que empieza como una competencia consigue acercar a varios de los bailarines y empiezan a formar una amistad en la que se apoyan unos a otros para seguir adelante.
En esta película no todo es ballet clásico, vas encontrarte con contemporáneo, jazz y salsa. Los bailarines interpretan una variedad de piezas que demuestran la versatilidad y variedad de esta forma de arte, una demostración de la pasión de tantas personas.
Y no todo es belleza y arco-iris, el Ballet es un arte muy rudo y sin escrúpulos; los celos, la inseguridad y la presión para tener éxito tienen un costo emocional impresionante al seguir una carrera en las artes.
Center Stage también captura una variedad de tipos de cuerpo, etnias y antecedentes, desafiando los estándares de belleza tradicionales y destacando las fortalezas y perspectivas únicas de cada personaje. El mensaje de la película es claro: no existe una forma “correcta” de ser bailarín, y el éxito no se limita a aquellos que encajan en un molde perfecto para algunos.
Es una película divertida y que te hará pasar un buen rato. Parecieran que todas las películas de baile demandan un gran espectáculo para el final y Center Stage tiene de los mejores representaciones que he visto para culminar la película.
Nos recuerda que el éxito no solo se define por el resultado final, sino también por el viaje y las relaciones que formamos en el camino.